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miércoles, 17 de febrero de 2016

Que tenga hambre, Señor



Que tenga hambre, Señor.
De Ti, no dejándome adorar a otros dioses,
que no sea el Dios que Tú adoras.
De tu Palabra, y no me seduzcan aquellos mensajes
que buscan mi bienestar externo o superficial.

Que tenga hambre, Señor.
De tu presencia, antes que del vacío
al que me empuja el endiablado mundo en el que vivo.
De tu rostro, que es fuente de vida y de salvación.
De tus manos, que bendicen, perdonan y multiplican.
De tus ojos, que miran con amor.
De tu corazón, que ama como nadie sabe amar.

Que tenga hambre, Señor.
Del pan, al que Tú me  invitaras en Jueves Santo.
Del vino, que Tú ofrecerás en la mesa de tu sacrificio.
Del servicio que Tú pondrás como distintivo
de aquellos que decimos ser tus  amigos.

Que tenga hambre, Señor.
Hambre de Dios, y de adorarle mientras viva.
Hambre de Dios, y de bendecir su nombre.
Hambre de Dios, y de no venderle por nadie.
Hambre de Dios, para que atienda mis dolores.
Hambre de Dios, para escuchar su voz de Padre.
Que tenga hambre, Señor.

P. Javier Leoz

miércoles, 3 de febrero de 2016

La esencia del ser - S.S. Juan XXIII




Sabrás del dolor y de la pena,
de estar con muchos, pero vacío.

Sabrás de la soledad de la noche
y de la longitud de los días.

Sabrás de la espera sin paz
y de aguardar con miedo.

Sabrás de la soberbia de aquellos
que detentan el poder
y someten sin compasión.

Sabrás de la deserción de los tuyos
y de la impotencia del adiós.
 
Sabrás que ya es tarde
y casi siempre imposible.

Sabrás que eres tú el que siempre da
y sientes que, pocas veces
te toca recibir.

Sabrás que a menudo piensas distinto
y tal vez no te entiendan.
 
Pero sabrás también:

Que el dolor redime.
Que la soledad cura.
Que la fe agranda.
Que la esperanza sostiene.
Que la humildad ennoblece.
Que la perseverancia templa.

Que el olvido mitiga.
Que el perdón fortalece.
Que el recuerdo acompaña.
Que la razón guía.
Que el Amor dignifica...

Porque lo único que verdaderamente vale
es aquello que está dentro de ti,
y por encima de todo está Dios,
sólo tienes que descubrirlo
y así hallarás la verdadera Paz.

S.S. Juan XXIII

miércoles, 20 de enero de 2016

No renuncies a tus sueños

Dale la mano a Dios.
Busca una mayor y más profunda intimidad con Él
Tan solo descansa en Él y espera en Él.

Mientras lo haces permite que el Espíritu Santo
te llene de su presencia y te renueve.
Deja que venga sobre ti renovando tu mente,
tu corazón, tu cuerpo.

Una nueva fuerza vendrá sobre tu vida.
Tu mente se desbloqueará.
Respira profundo y busca a Dios en cada instante.
Descúbrelo en cada momento que vivas
y reconócelo en cada cosa a tu alrededor.
Comienza a ver con nuevos ojos.

No renuncies a tus sueños.

Cuando determines tu objetivo, camina hacia él.
No permitas que nadie ni nada te desvíen.
Usa los inconvenientes como fuerzas impulsoras
que te acercan al logro de tu sueño.

Transforma lo negativo en positivo.
Si algo negativo vino a tu vida
es porque algo positivo ocurrió en ti.
¿Cómo vencer lo negativo que te ha sobrevenido?
Debes descubrir algo negativo que debe haber en ti.
Cuando descubres lo negativo que hay en tu vida
y lo enfrentas, ocurre algo maravilloso:
lo negativo que te ha sobrevenido
y lo negativo en ti, se transforma
en algo positivo: menos por menos = Más.

Si a lo negativo reaccionas en forma negativa,
seguirá siendo algo negativo.
Pero si eres capaz de retener esta verdad
y practicarla, vencerás.

Lo negativo que nos viene a nuestra vida
debe ser motivo para hacernos reflexionar
para descubrir algo negativo que hay en nosotros.
Cuando lo hacemos, se transforma
la maldición en bendición.

No renuncies a tus sueños.
Tu sueño está en un lugar alto.
Tu trabajo consiste en hacer los peldaños
que te permitirán subir por tu vida
para alcanzar tu sueño.

Construye cada peldaño con Sabiduría,
ella viene de Dios: dale la mano a Dios cada día.
Construye cada peldaño con Perseverancia.
Fluye como el agua, el agua siempre
se dirige hacia donde desea.

Construye cada peldaño con Trabajo.
Tu sueño requiere ser construido
con trabajo incansable.

¡No renuncies a tus sueños!
De un correo de Mensaje Espiritual 

sábado, 9 de enero de 2016

Lo hiciste en familia, Señor - P. Javier Leoz

Por Navidad, Señor, por Navidad.
Quisiste aparecer en el seno de un hogar.
Como distintivo, no la cantidad, sino la unión.
Como riqueza, no el dinero, sino el ejemplo de José y de María.
Y es que, tu felicidad Señor, no fue la apariencia,
el oro, las perlas o la plata: fue el amor de tu familia nazarena.
En ella, en fracaso aparente,
apareciste ante la gran indiferencia del pueblo.
En ella, en las horas de fracaso,
encontraste el amor sin tregua ni farsa.
En ella, en tus triunfos,
supiste ser ovacionado desde el silencio y la sencillez.

¡Lo hiciste en familia, Señor!
¿De dónde aprendiste el nombre de “Abba” “Padre”?
¿Quién te enseñó a distinguir entre el bien y el mal?
¿En quienes descubriste el valor de la fe y de la entrega?
En la familia, Señor, ¿no fue en tu familia nazarena?
Y hoy, en pleno corazón de la Navidad,
nuestros ojos contemplan, el “tres en uno”,
sí, Señor, tres personas unidas por un mismo amor.
Tres personas teñidas con el color de la pobreza.
Tres personas agasajadas por los que no tienen riqueza alguna.
Tres personas que, bajo el umbral del portal,
siguen siendo referencia y ejemplo de santidad y de fe.
Naciste, Señor, y lo hiciste en una familia.
Pobre, pero amorosa.
Sencilla, pero llena de lo más importante: DIOS.
Temerosa, pero valiente en sus decisiones.
Indiferente para muchos,  pero única ante los ojos del Señor.
¡En  familia, Señor! ¡Quisiste nacer en una familia!

P. Javier Leoz

martes, 29 de diciembre de 2015

¡Feliz Navidad en esta noche santa! - P. Javier Leoz

Feliz Navidad a todos los que hemos escuchado
la buena noticia de Dios-con-nosotros.
¡Un niño se nos ha dado!. Un signo de lo alto…
En esta noche santa, un luz nos brilla en medio de la oscuridad.
¡Dios ha tomado partido por el hombre!
¡Dios ha estado grande con nosotros y nos no ha abandonado
a nuestra suerte!.

¡Feliz Navidad! ¡Feliz Navidad a todos los que hemos
visto salir su estrella en medio de tantas luces de colores
y hemos ido tras ella!

¡Feliz Navidad a los que no nos hemos dejado embaucar por el
consumismo salvaje y la felicidad envuelta en papel de celofán!

¡Feliz Navidad a los que apuestan por un futuro más pleno,
por un mañana mejor!

¡Feliz Navidad a cuantos anhelan un mundo nuevo
y se empeñan en hacerlo realidad!.

¡Feliz Navidad a todos los que creen en el hombre con mayúsculas
y hacen de su vida un canto de entrega a los demás!.

¡Feliz Navidad a los que, como Dios, se solidarizan con los hombres…         
sin especular con tanto por ciento de su producto interior bruto!.

¡Feliz Navidad a ti, que en medio del dolor has encontrado
la mano cálida del Dios-con-nosotros!.

¡Feliz Navidad a ti, que vives desde lo positivo, desde el optimismo,
desde la esperanza contagiosa!.

¡Feliz Navidad a ti, que crees en la utopía y vives la vida
como una buena noticia para los demás!.

¡Feliz Navidad a ti, si no te conformas con arrastrar la vida
y eres protagonista de tus días!.

¡Feliz Navidad a los que buscan con sinceridad el sentido
de sus vidas, tantas veces negado por los días maltratados!.

¡Feliz Navidad a todos los que se encuentran solos
y necesitan una mano amiga!

¡Feliz Navidad a los que sufren el dolor y la enfermedad,
a los que viven en medio de bombas, muerte y destrucción!.

¡Feliz Navidad a los encarcelados, a los hijos de la calle,
a los últimos, a los que a nadie importan!
¡Vuestro es el futuro que Dios está gestando en nuestra historia!

¡Feliz Navidad a todos los hermanos, creyentes en Jesús de Nazareth,         
empeñados en seguir las huellas del Maestro desde la coherencia,
la autenticidad, la entrega sin reservas!.

¡Feliz Navidad en esta noche santa!

P. Javier Leoz

domingo, 27 de diciembre de 2015

En medio de la noche - P. Javier Leoz

En medio de la noche, escuchando
el gemir del mundo sales a nuestro encuentro,
oh Dios, sin más anuncio ni cortejo
que el silencio de la noche estrellada.

Naces, para que renazca nuestra vida
y nuestros ojos, distraídos por las luces,
se fijen en el “Lucero Divino” de un pesebre.

Déjame, Señor, en la oscuridad de esta noche
ser ángel pregonero de tu misterio:
que el hombre se entere, de una vez
para siempre, que vienes a divinizarle,
a infundirle calor, frente al frío del mundo.

Déjame, Señor, ser fuego alrededor de tu cuna
para que, el mundo también comprenda,
que cuanto más lejos estamos de ti,
más riesgo corre el corazón del hombre
de quedarse sin amor y romperse para siempre.

Déjame, Señor, ser estrella de tu Nacimiento
y, reyes y plebeyos, ricos y pobres,
puedan escuchar que, algo nuevo, ha acontecido.

Déjame, Señor, ser cuna de tu frágil cuerpo
y, el mensaje de paz que tu rostro irradia,
pueda yo acogerlo y llevarlo
hasta los confines y rincones más oscuros.
En medio de la noche, Señor, naces,
silencioso pero lleno de amor, humilde,
pero envuelto en la grandeza de Dios,
pequeño, pero inalcanzable en su esplendor.

En medio de la noche naces, Señor
apareces sin imponerte a nadie.
Sólo el amor habla.
Sólo el amor aguarda.
Sólo el amor canta.
Sólo el amor nace.
Sólo el amor… de Dios en Belén.
¡Gracias, Jesús!

P. Javier Leoz

domingo, 20 de diciembre de 2015

Esperar - Mensaje Espiritual


Qué fácil es esperar cuando
la esperanza es cierta.
Quiero esperarte despierto
pues sé que no tardarás.

Sé, Jesús, que vienes ya,
sé que siempre estás viniendo;
gracias por tantos momentos
en que te siento llegar.

Y cada vez que Tú llegas,
cuando siento que Tú estás,
luego crece otra esperanza:
Ven, Señor, no tardes más.

Esperar es la fuerza en el camino,
la luz en la oscuridad,
es crear en nuestro barro
espacios de eternidad.

Esperar es saber
que cuando empieza algo bueno
eso ya no morirá.
Esperar es dejarte poseer
por las ganas de luchar, de vivir y de sembrar.

Esperar es sembrar en cada surco
simiente de eternidad y saber que la cosecha
alguien la recogerá.
Esperar es dejarte poseer aquí
por la eternidad.

jueves, 17 de diciembre de 2015

Comunicación - Mensaje Espiritual



Cada día resulta más fácil comunicarse
con los hombres; pero, ¿y con Dios?
Aquí tienes algunas reglas para llamarle
y contar con Él, cuando desees:

Una conversación telefónica con Dios
no es un monólogo.
No hables sin parar,
escucha al que habla al otro lado.

Si la conversación se interrumpe,
comprueba si has sido tú el causante del corte.

No adoptes la costumbre de llamar
sólo en casos de urgencia.
Eso no es trato de amigos.

No seas tacaño.
No llames sólo a las horas
de “tarifa reducida”, es decir,
cuando toca o en fines de semana.
Una llamada breve en cualquier momento
del día sería realmente ideal.

Las llamadas son gratuitas
y no pagan impuestos.

No olvides decirle a Dios que te deje
en el contestador todos los mensajes
que quiera y cuando quiera.

Toma detallada nota
de las indicaciones que Él te diga,
para que no las eches en olvido.

Si a pesar del cumplimiento de estas reglas,
la comunicación se torna difícil,
dirígete con toda confianza a las oficinas
del Espíritu Santo.
Él restablecerá la comunicación.

Si tu teléfono no funciona,
llévalo al taller de reparación
que lleva por nombre “Confesión & Perdón”.
Allí todas las reparaciones son gratuitas
y tienen una garantía de por vida.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Levanta los ojos al cielo



Levanta tus ojos al Cielo y mira las nubes
que parecen motas de algodón.

Observa el ave que surca los aires
en su plena libertad y los pequeños detalles
que a simple vista no se pueden ver .

Empápate de la belleza que te rodea
y da a la Naturaleza como las verdes
montañas las flores de hermosos colores,
el paisaje que parece una pintura
del mejor pintor y en el murmullo
de los riachuelos .

Guarda en tu alma, templo del cuerpo,
todo cuanto te ha obsequiado,
y en la noche ante el manto de miles
de estrellas ,medita en la inmensidad
del Universo y respira el aire nocturno.

Llena tu corazón de paz y piensa
en la majestuosa belleza de la vida,
que a pesar de todo, hace que el sol
brille para todos y toma de esas fuerzas
que rige el mundo para vencer todo
obstáculo y toda frontera y convertirla
en el mayor de los éxitos porque
esa fuerza es el AMOR de DIOS
que habita en tu corazón...

lunes, 14 de diciembre de 2015

Carta al hombre y la mujer en Adviento - P.Javier Leoz



Querido hombre y mujer:
He escuchado tu grito de Adviento.
Está delante de mí.
Tu grito, golpea continuamente a mi puerta.
Hoy quisiera hablar contigo para que repienses tu llamada.
Hoy te quiero decir: ¿Por qué Dios preguntas?
¿A qué Dios esperas?
¿Qué has salido a buscar y a ver en el desierto?

Escucha a tu Dios, mujer y hombre de Adviento:
"No llames a la puerta de un dios que no existe,
de un dios que tú te imaginas...
Si esperas... ábrete a la sorpresa del Dios que viene,
y no del dios que tú te haces...

Tú, hombre y mujer, todos, tenéis
siempre la misma tentación:
hacer un dios a vuestra imagen.
Yo os digo, Yo Dios de vivos,
soy un Dios más allá de vuestras invenciones.

Vosotros salís a ver dónde está Dios...
os dicen: "aquí está” pero no lo veis,
y os sentís desanimados porque Dios
no está donde os han dicho...
Y Dios está vivo, pero vosotros
no tenéis mentalidad de Reino:
no descubrís a Dios en lo sencillo.
Os parece que lo sencillo es
demasiado poco para que allí esté Dios.
Sabedlo: Yo, el Señor Dios,
estoy en lo sencillo y pequeño...

Hombre y mujer de hoy y de siempre:
deja espacio a tu Dios dentro de tu corazón.
Sólo puedo nacer y crecer donde mi Palabra es acogida.
Qué tranquilo te quedas, haciendo lo que hay que hacer
porque haciendo las cosas de siempre
evitas la novedad del Evangelio.

Pero Yo te digo que tu corazón queda cerrado,
y tus ojos incapaces de ver el camino
por donde Yo llego.
No te defiendas como haces siempre.
No te escondas bajo ritos vacíos.
Hombre y mujer, si me esperas,
deja de hacerme tú el camino
y ponte en el camino que
Yo te señalo por boca de los profetas.
Abre el corazón a mi Palabra.