miércoles, 20 de enero de 2016

No renuncies a tus sueños

Dale la mano a Dios.
Busca una mayor y más profunda intimidad con Él
Tan solo descansa en Él y espera en Él.

Mientras lo haces permite que el Espíritu Santo
te llene de su presencia y te renueve.
Deja que venga sobre ti renovando tu mente,
tu corazón, tu cuerpo.

Una nueva fuerza vendrá sobre tu vida.
Tu mente se desbloqueará.
Respira profundo y busca a Dios en cada instante.
Descúbrelo en cada momento que vivas
y reconócelo en cada cosa a tu alrededor.
Comienza a ver con nuevos ojos.

No renuncies a tus sueños.

Cuando determines tu objetivo, camina hacia él.
No permitas que nadie ni nada te desvíen.
Usa los inconvenientes como fuerzas impulsoras
que te acercan al logro de tu sueño.

Transforma lo negativo en positivo.
Si algo negativo vino a tu vida
es porque algo positivo ocurrió en ti.
¿Cómo vencer lo negativo que te ha sobrevenido?
Debes descubrir algo negativo que debe haber en ti.
Cuando descubres lo negativo que hay en tu vida
y lo enfrentas, ocurre algo maravilloso:
lo negativo que te ha sobrevenido
y lo negativo en ti, se transforma
en algo positivo: menos por menos = Más.

Si a lo negativo reaccionas en forma negativa,
seguirá siendo algo negativo.
Pero si eres capaz de retener esta verdad
y practicarla, vencerás.

Lo negativo que nos viene a nuestra vida
debe ser motivo para hacernos reflexionar
para descubrir algo negativo que hay en nosotros.
Cuando lo hacemos, se transforma
la maldición en bendición.

No renuncies a tus sueños.
Tu sueño está en un lugar alto.
Tu trabajo consiste en hacer los peldaños
que te permitirán subir por tu vida
para alcanzar tu sueño.

Construye cada peldaño con Sabiduría,
ella viene de Dios: dale la mano a Dios cada día.
Construye cada peldaño con Perseverancia.
Fluye como el agua, el agua siempre
se dirige hacia donde desea.

Construye cada peldaño con Trabajo.
Tu sueño requiere ser construido
con trabajo incansable.

¡No renuncies a tus sueños!
De un correo de Mensaje Espiritual 

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