La Navidad es cercanía:
rompe con lo que te separa de los demás.
La Navidad es amor:
¡bríndate generosamente!
La Navidad es oración:
si estás frío con Dios, háblale.
La Navidad es canto:
si estás desafinado, entónate.
La Navidad es perdón:
si estás enojado, reconcíliate.
La Navidad es adoración:
si eres soberbio, arrodíllate.
La Navidad es dulzura:
si estás amargado, dulcifica tu persona.
La Navidad es cielo:
si vives en un infierno, toma la escalera de Jesús.
La Navidad es paz:
si eres violento, busca las armas de la fraternidad.
La Navidad es compartir:
si eres tacaño, despréndete de algo.
La Navidad es confiar:
si eres desconfiado, da otra oportunidad.
La Navidad es alegría:
si estás triste, busca razones para la sonrisa.
La Navidad es esperanza:
si estás derrotado, levántate: Dios te quiere.
La Navidad es regalos:
si no los tienes, aprende a conquistarlos.
La Navidad es silencio:
si estás afónico, serénate un poco.
La Navidad es Dios:
si vives lejos de Él, aún estás a tiempo para volver.
La Navidad es Jesús:
si no lo ves, búscalo dentro de ti.
La Navidad es María:
si te parece pobre, enriquécela con tu cariño.
La Navidad es José:
si no eres responsable, mírale de cerca.
La Navidad es Ángel:
si no tienes alas, supérate a ti mismo.
La Navidad es anuncio:
si estás sordo, abre tus oídos a la Buena Noticia.
La Navidad es verdad:
si vives en la falsedad, recupera la transparencia.
P. Javier Leoz
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