Una de las claves del éxito consiste
en elegir bien las metas y orientarse
hacia ellas con entusiasmo y fortaleza.
Lo grave es que son pocas las personas
que tienen metas a corto y largo plazo.
Muchos van a la deriva, sin objetivos claros.
Su vida carece de ideales y, por lo mismo,
de significado. Se contentan con vegetar,
acumular y enredarse en lo superficial.
De otra parte están aquellos que sí tienen
metas pero mal elegidas, porque su afán
no está en SER más sino en TENER más.
Por eso es tan valioso definir bien las metas
ya que ellas le dan un sentido a la vida
y son una fuerza que nos lleva hacia arriba
y hacia adelante.
El gran siquiatra austríaco Víctor Frankl
descubrió en un campo de concentración
que sólo los que tenían ideales lograban sobrevivir.
Por el amor a su esposa, su fe en Dios
y sus ganas de servir, él fue capaz de salir
con vida de semejante infierno.
También tú podrás avanzar si el amor
te guía para elegir bien tus metas
y luchas por alcanzarlas con fe y tesón.
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