sábado, 12 de diciembre de 2015

La belleza interior...


La belleza de las cosas es fugaz.
Intenta llegar hasta la belleza interior
de las personas con las que convives.

Muchas flores bellísimas y perfumadas
sólo duran pocas horas.
Sin embargo, aunque feas, las piedras
duran milenios y cumplen sus tareas.
Por lo mismo, no seas superficial.
No prefieras lo pasajero a lo eterno,
la belleza a la sabiduría.

Afiánzate en lo que dura para siempre,
en el Espíritu inmortal, nuestro verdadero YO
y no en lo que termina pronto.

Las cosas duraderas, todo aquello
que perdura en el tiempo, principalmente
los sentimientos y los pensamientos,
tienen una sólida base en su esencia.
Esencia que les permite expresarse
con fuerza y dejar su mensaje grabado
en el espíritu de los demás.

La belleza en las ideas y en el espíritu
perduran mucho más que la belleza del cuerpo. 
Una es superficial y temporal.
La otra es profunda y puede ser eterna.
Por eso, debemos cultivar y cuidar
nuestra esencia, ya que es la que podrá
despertar sentimientos duraderos.
Y relacionarnos con personas
bellas en su interior, para formar
una conjunción espiritual
que nos eleve más y más...

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