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jueves, 25 de febrero de 2016

Cuaresma para la Fe-P. Javier Leoz


Señor:
Un año más me convocas al ascenso hacia la PASCUA.
Soy consciente de que, tal vez, me encuentras
con las mismas dudas y batallas de siempre.
¡Perdóname, Señor!
Quisiera rezar, y siempre encuentro mil excusas.
Sacrificarme, y me digo que son cosas del pasado,
darme generosamente, y pienso que tal vez,
algunos, se aprovechen de mi buena voluntad.
Tú, Señor
sales a mi encuentro, para levantarme de nuevo,
y recuperar las ganas de creer y de vivir en Ti.
Sales a mi paso, para que mirándote a los ojos,
descubra que merece la pena seguirte.
Caminas hacia el calvario, para hacerme entender
que la vida es grande cuando, al igual que la tuya,
se ofrece por salvar y garantizar una vida eterna a los demás.
¡Ayúdame, Señor!
¡Quiero ser peregrino en este Año de la Fe!
Que tu Palabra no falte en mi equipaje, para conocerte.
Que el ayuno, sea hambre de tu presencia.
Que mi caridad, estalle sin demasiado ruido.
Que mi oración, brote espontáneamente
para nunca, por ella, dejar de buscarte y de tenerte.
¡Ayúdame, Señor, en este Año de la Fe!
A comprender que este tiempo al que tú me invitas,
es oasis de meditación, de conocimiento y de búsqueda.
Retorno de los malos modos o ásperos caminos.
Re-encuentro con el gran olvidado: DIOS.
Si en algún momento, yo me olvido de esto, Señor;
remueve mis entrañas y mi memoria,
para que jamás olvide o deje en el tintero
tantos momentos de tus dolores y sufrimientos,
en rescate, salvación y recuperación íntegra del ser humano.
Amén.
P. Javier Leoz

martes, 16 de febrero de 2016

Conviérteme, Señor - P. Javier Leoz


Si alguien necesita libertad,
y puedo abrir puertas:
conviérteme en un pequeño libertador

Si me creo mejor que nadie,
y concluyo que mi vida es perfecta:
alienta, Señor, mi corazón con la humildad

Si pienso que, tu llamada,
es para otros: convierte, mis oídos sordos,
en antena abierta a tus Palabras

Si caigo en el error de cavilar,
que el pecado es cosa de viejos:
infúndeme una conciencia clara
para diferenciar lo bueno de lo malo.

Si me incomodo por caminar,
y me detengo en la búsqueda de tu rostro:
cambia mi cansancio en fuerzas
redobladas de inquietud apostólica               .

Si, en la preparación hacia la Pascua,
no me alimento de tu Eucaristía:
convierte mi debilidad en aprecio
por tu Cuerpo y tu Sangre.

Si este tiempo de gracia
no tiene relevancia en mi vida:
haz, Señor, que lo recupere
como un momento de reflexión.

Si me creo libre de todo,
cuando en realidad vivo esclavo de mucho:
convierte mis sensaciones, en gusto
por conocer la libertad de estar junto a Ti.

Si me siento sólo y abatido,
deprimido o angustiado:
convierte mi soledad en seguridad
de saber que Tú siempre me buscas.

Si pregunto demasiado sobre Ti
o exijo otro tanto de tu mano:
convierte mis caprichos
en comprensión de tu voluntad.

Si, como la higuera, no doy frutos,
porque me aprisiona la seducción:
convierte mi seca vida en algo fructífero.

Si siento que, Tú estás cerca,
pero no vivo según tus designios:
conviérteme en un instrumento para tu alabanza.

Si me dejo llevar por la falsa apariencia:
convierte mis impulsos en pensamientos rectos.

Si acepto las ofertas paganas
que surgen en la vida cotidiana:
conviérteme a Ti y haz que valore
lo que en verdad merece la pena.

P. Javier Leoz