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lunes, 15 de febrero de 2016

No busques a otro Dios - P. Javier Leoz

No tengas a otro Dios,
Aunque alguien te diga
que existen más poderosos.

No faltes a su nombre,
será señal inequívoca
de tu vocabulario rico y respetuoso.

Edifica tu templo del espíritu,
Dios te hará ver el valor de la eternidad.

Arroja aquello que es indigno,
comprobarás la fuerza de la fe.

Tira las monedas de lo material,
disfrutarás con la riqueza de Cristo.

Adora a tu Señor,
te sentirás libre frente
a los que desean manipularte.

Guarda un espacio para tu fe,
y en la vida siempre tendrás
un lugar para oxigenarte.

No te alejes de Jesús,
y vivirás siempre feliz.

Agárrate a la cruz,
y tus sufrimientos
quedarán relativizados.

No exijas cuentas a Dios,
y todo lo que necesites,
te lo dará con creces.

Limpia el templo de tu alma,
y Dios vivirá siempre dentro de ti.

Aleja las contradicciones de tu fe,
y Cristo te construirá día a día.

Criba aquello que te devalúa,
y Dios te elevará a la cima
más insospechada.

P. Javier Leoz

lunes, 1 de febrero de 2016

Y uno aprende...- Mensaje Espiritual




Después de un tiempo uno aprende
la sutil diferencia entre sostener una mano
y encadenar el alma, que el amor no significa
recostarse y una relación no significa seguridad...

Y uno empieza a aprender que los besos
no son contratos y los regalos no son promesas;
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza
alta y los ojos abiertos.

Y uno aprende a construir todos sus caminos
en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado
inseguro para planes..., y los futuros tienen una forma
de caerse a la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que,
si es demasiado, hasta el calor del sol quema,
que hay que plantar su propio jardín y decorar
su propia alma, en lugar de esperar a que alguien
le traiga flores.

Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte, que uno vale,
y uno aprende y aprende...

Y con cada adiós uno aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien
porque te ofrece un buen futuro, significa que tarde
o temprano querrás volver al tu pasado.

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz
de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás
al lado de esa persona sólo por compañía a tu soledad,
irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo te das cuenta de que los amigos
verdaderos valen mucho más que cualquier
cantidad de dinero.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos
son contados y que el que no lucha por ellos,
tarde o temprano se verá rodeado sólo
de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas
en un momento de ira, pueden seguir lastimando
quien heriste, durante toda la vida.

Con el tiempo aprendes que disculpar, cualquiera
lo hace, pero perdonar, es sólo de almas grandes.

Con el tiempo comprendes que si has herido
a un amigo duramente, muy probablemente
la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta de que cada
experiencia vivida con cada persona, es irrepetible.

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla
o desprecia a un ser humano, tarde o temprano
sufrirá las mismas humillaciones o desprecios,
multiplicados al cuadrado.

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas,
o forzarlas a que pasen, ocasionará que al final
no sean como esperabas.

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad
lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas
viviendo justo en ese instante.

Con el tiempo verás que aunque seas feliz
con los que están a tu lado, añorarás terriblemente
a los que ayer estaban contigo y ahora se han marchado.

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar
o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas,
decir que necesitas, decir que quieres ser amigo,
ante una tumba ya no tiene ningún sentido.

Pero desafortunadamente...
¡Sólo con el tiempo!

martes, 19 de enero de 2016

Deja las lágrimas rodar

Cuando sientas deseos de llorar ¡Llora!
¡Deja las lágrimas rodar!
¿Qué adulto, anciano, niño, puede jactarse
de no haber sentido un día la necesidad de un regazo? 
¿Quién arroja la primera piedra?
Por más fuertes que seamos, no podemos huir
de las tempestades de la vida.

Son las decepciones, las pérdidas o simplemente
nuestras expectativas no correspondidas las que
nos hacen, independientemente de nuestra edad
o situación, que nos sintamos lo suficientemente
pequeños para necesitar un regazo.
Y no siempre es fácil admitirlo.

¿Los hombres no lloran? ¡Claro que sí!
¿Las mujeres lloran con facilidad?
Ellas también se endurecen.
Los niños lloran por cualquier cosa.
Todo mundo llora.

Por lo menos todo el mundo
necesita llorar aunque sea una que otra vez.
Para aliviar el alma, para disminuir el peso
del cansancio y de la soledad.
El llanto es siempre una señal de auxilio,
es una señal que siempre encuentra
a un buen samaritano en su camino.

¡Es difícil resistirse a alguien que llora!
Es cuando miramos hacia alguien
y lo vemos con los ojos anegados...
cuando sentimos que ese alguien
necesita un regazo; no siempre
de palabras, un regazo, solamente.

Regazo que puede representar un abrazo
mudo y apretado, una mirada comprensiva,
un apretón de manos...
Nada llega más a nuestra alma que mirar
a los ojos de alguien que llora, y nada llega tanto
a alguien que llora como sentir la presencia
de alguien que lo comprende.

Y en las lágrimas que ruedan, rueda la tristeza,
la insatisfacción, el tedio, el dolor, las dudas
y los miedos. El alma queda lavada, por eso
llorar alivia, por eso llorar da sueño.
Cuando despertamos después de haber llorado,
nos sentimos más leves, nos sentimos preparados
para encarar un nuevo día, una nueva situación.

Entonces... cuando sientas deseos,
¡No te contengas! Pide un abrazo, pide un hombro...
¡Deja las lágrimas rodar!
¡Ser fuerte no significa ser duro o dura!

Ser fuerte es ser capaz de reconocerse frágil
¡Y saber que se saldrá adelante!
Ser fuerte es saber que las mareas pueden ser
altas o bajas, pero que a pesar de todo las olas
nunca desisten del sueño de besar la arena.
y siempre la besan...

Envíale esto a la persona que sientas cariño
y necesite de un abrazo.